La menopausia se define como el cese permanente de la menstruación y se inicia cuando ha transcurrido un año desde el último periodo. Normalmente se desarrolla entre los 45 y 55 años y su duración media es entre 2 y 5 años dependiendo de diversos factores (alimentación, la actividad física, la edad en la que aparecen los primeros síntomas, etc.). La menopausia es una etapa en la vida de la mujer que viene acompañada de numerosos cambios, tanto físicos como emocionales. Es importante tener claros los síntomas y conocer cómo podemos cuidarnos para que nos afecten lo menos posible.
Síntomas de la menopausia
Los síntomas, intensidad y duración de estos pueden variar de unas mujeres a otras ya que muchos de ellos son debidos a los cambios producidos en los niveles hormonales, que pueden ser diferentes en cada caso particular. Muchas mujeres padecen síntomas relacionados con la menopausia que afectan a su calidad de vida. Sin embargo, en la mayoría de los casos no solicitan ayuda o información o no siguen ningún tratamiento para combatirlos. Existen productos naturales como las isoflavonas de soja y lúpulo, que se pueden adquirir en la farmacia y también tratamientos farmacológicos para aliviar los síntomas de la menopausia. En cualquiera de los casos deben ser supervisados por nuestro ginecólogo.
Entre los síntomas más característicos de la menopausia se encuentran:
- Sofocos. Es el síntoma más frecuente, especialmente durante los tres primeros años desde el inicio de la menopausia.
- Alteraciones del sueño.
- Irritabilidad, especialmente en los primeros años y sobre todo en mujeres más jóvenes.
- Sequedad vaginal que en muchos casos puede afectar negativamente a las relaciones sexuales.
- Dolores en articulaciones, mayoritariamente en mujeres de mayor edad.
- Aumento de peso y cambios en la figura corporal.
- Piel seca y cabello frágil.
Consejos para cuidarse durante la menopausia
Adquirir una serie de hábitos saludables harán que esta etapa sea más llevadera y no altere en exceso nuestra calidad de vida.
- Realizar ejercicio físico de forma moderada. Ayuda a aliviar los sofocos, a controlar el peso y a mantener los niveles de colesterol y tensión arterial que son importantes para la salud cardiovascular.
- Controlar la alimentación. Llevar una dieta sana y equilibrada rica en frutas y verduras nos ayudará a mantener el peso, controlar los sofocos y a sentirnos mejor.
- Vigilar el consumo de sal. Así evitaremos la retención de líquidos.
- Evitar el consumo de alcohol y de café, especialmente cuando existen problemas de insomnio.
- Tomar alimentos ricos en calcio para evitar la osteoporosis. El ejercicio físico ayuda a fijar el calcio a los huesos.
- Cuidar la piel. El cambio hormonal provoca cambios en la piel como una menor hidratación lo que hace que esté más seca y frágil.
- Realiza revisiones periódicas en tu Clínica Ginecológica. Solo un 40% de las mujeres de edades comprendidas entre 40 y 60 años acude con regularidad al ginecólogo cuando debe ser algo habitual para poder detectar cualquier alteración ginecológica.
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